En Orsovisión, nos complace compartir este artículo con ustedes, en respuesta a las dudas planteadas por algunos usuarios en nuestras plataformas digitales. Gracias a la labor de nuestros profesionales en las consultas de nuestras 8 sedes, hemos podido esclarecer este tema.
¿Qué es la ambliopía?
La ambliopía, o "ojo perezoso", es un tipo de deficiencia visual que afecta a uno de los ojos, donde el cerebro no logra reconocer adecuadamente la información visual proveniente de dicho ojo. Con el tiempo, el cerebro privilegia la visión del ojo más fuerte, ocasionando un deterioro progresivo en la visión del ojo afectado.
Esta afección suele manifestarse desde la infancia y es una de las principales causas de pérdida de visión en niños. Sin embargo, con un tratamiento oportuno, se pueden prevenir problemas visuales a largo plazo.
¿Cuáles son los síntomas de la ambliopía?
Los síntomas pueden pasar desapercibidos, pero los niños con ambliopía pueden experimentar dificultades para percibir la profundidad o presentar problemas para enfocar. Los padres pueden observar señales como entrecerrar los ojos, cerrar uno de ellos o inclinar la cabeza. Es fundamental realizar exámenes oculares periódicos, especialmente entre los 3 y 5 años de edad.
¿Quiénes corren mayor riesgo de desarrollar ambliopía?
Los niños prematuros, aquellos con antecedentes familiares de ambliopía u otras condiciones oculares, o los que tienen trastornos del desarrollo, tienen mayor probabilidad de desarrollar ambliopía.
¿Qué causa la ambliopía?
Aunque en muchos casos la causa es desconocida, problemas de refracción no corregidos pueden llevar a su desarrollo. El cerebro tiende a favorecer la información visual del ojo más fuerte, apagando gradualmente las señales del ojo más débil.
Es importante entender que la ambliopía no es una condición de "pereza" del ojo, sino una disfunción en la comunicación entre el ojo y el cerebro. Con conciencia y atención temprana, podemos prevenir y tratar esta afección para garantizar una visión saludable en nuestros niños.
